EN BOLIVIA SE TRABAJA HASTA MORIR

Después de haber dado toda su fuerza de trabajo hasta quedar agotados día a día, los trabajadores que llegan a la tercera edad deberían tener una renta jubilación que les permita vivir dignamente los últimos años de su vida. Por ejemplo, en FRANCIA el promedio de jubilación es del 75% del salario de la vida activa, muchos logran jubilarse a los 62 años con el 100% del salario. Pero el gobierno francés aumentó la edad de jubilación a 64 años, obligando a los trabajadores a más años de trabajo; esta decisión del gobierno francés produjo grandes movilizaciones de los trabajadores para luchar contra esa política de alargar el tiempo de trabajo, todos quieren jubilarse a los 62 años, descansar y disfrutar de la última etapa de su vida.

En Bolivia ocurre lo contrario, las rentas miserables con la ley de pensiones de Goni, Evo Morales y el MAS no llegan ni al 30% de los salarios miserables de la vida activa de un trabajador. Por esta razón la gente no se quiere jubilar, y prácticamente trabaja hasta morir ya que sabe que al momento de jubilarse su renta no cubrirá las necesidades más básicas para ellos y sus familias. Sin embargo, el gobierno ahora quiere violar el derecho al trabajo y quiere obligar a los trabajadores a jubilarse a los 65 años, condenándolos a vivir en la miseria lo que les queda de vida. Esta política claramente anti obrera la quieren aprobar en el marco de la incapacidad del gobierno de generar industria y empleo para las nuevas generaciones, y recurren al camino fácil del retiro forzoso.

Los trabajadores no debemos caer en la trampa del gobierno que quiere enfrentarnos entre generaciones, haciendo creer que el problema del desempleo es que los viejos no se quieren jubilar. Al contrario, debemos unirnos los trabajadores viejos y jóvenes, primero para nacionalizar e industrializar de una vez nuestros recursos naturales expulsando a las transnacionales y parar el saqueo de Bolivia, y obligar al gobierno a aprobar una nueva ley de pensiones con aporte patronal y del Estado para tener una jubilación con el 100% del salario, sólo así veremos a nuestros viejitos contentos disfrutando una vejez digna, con un descanso merecido, y no trabajando hasta morir.

Lucho Arce dice que los viejos de 65 años ya no aportan, hay que responderle que, si de no aportar al Estado y a la Sociedad vamos a hablar, entonces ya nomás hay que jubilarlo a él, a sus ministros, a los diputados y senadores, que todos son una jauría de mank’a gastos que no le aportan nada bueno al país y sólo generan gastos millonarios al Estado con sus jugosos salarios y lo que se embolsillan con negociados y reparto de pegas.

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